Pensamientos de amor

Mientas el calor azota fuerte y sueño con una refrescante piña colada me pregunto ¿Por qué siempre me encuentro pensando en el amor? Sí, porque es imposible no toparse con el  sin importar a donde vayas. Aunque, si somos realistas, no siempre es amor verdadero lo que ves. Tal vez, las vacaciones no han sido mi mejor amigo y, gracias a mi reciente adicción al cine,  me haya puesto a pensar en el amor.

Por más que lo intente no logro sacar de mi cabeza ese sentimiento por el que muchos ruegan. Un sentimiento que me resigne sentir hace ya algún tiempo. Es que el amor es imposible de comprender, ni el más sabio de los sabios sería capaz de explicar  que es realmente el amor, porque igual no fue hecho para comprenderlo.

Entonces me pregunto ¿Vale la pena amar? Aquí dan encuentro distintas opiniones. Hay quien dirá que si lo vale, otros dirán que no. Dicen que el amor es el más bello sentimiento. ¡Claro! Cuando es correspondido. ¿Qué pasa con el que ama y no es amado? ¿Con el que es traicionado? ¿Con quién pierde al amor de su vida? Y hay quién aplicaría a este último caso la siguiente frase: “Es mejor haber amado y perdido, que no haber amado nunca.” ¿Realmente será mejor?

Me he idealizado al hombre ideal que tiene las cualidades y los defectos que me resultan perfectos para llegar amarle. Es tan terriblemente atractivo y es el ser más romántico que pueda existir. Toca la guitarra, el piano y la batería. Habla, a parte del español, inglés, francés, italiano, portugués y alemán. Juega soccer y es un fiel admirador de la literatura fantástica. Es un hombre que solo puede existir en mis pensamientos. Cada detalle de ese ser lo he trazado con tal perfección, es hecho a la medida, es lo que yo quiero. Es debido a esto, y todas sus tremendas cualidades no mencionadas, que se que sería imposible toparme con un chico exactamente idéntico.

Y a pesar de mi resignación hacia el amor, no lo odio ni digo que jamás amaré. Si Cupido quiere flecharme no me opondré, mas si comete un error le daré caza hasta la muerte.  (Tal vez exagere un poco) Porque al final el amor es incomprensible, es alegría y es tristeza. Pero, sobre todas las cosas, parece ser lo más cercano a la magia, sea buena o mala.