El que dijo que escribir es difícil tenía toda la razón. Puede parecer sencillo, pero la realidad es que requiere conocimiento, un poco de tiempo y dedicación.
No todos nacemos con el don de la escritura, y si somos realistas, la verdad es que sería más acertado decir que lo vamos desarrollando a lo largo de nuestras vidas. La base para ello comienza en casa, con la motivación de nuestros padres, y continúa en la escuela, con la enseñanza de los profesores. Es necesario que se nos inculque el gusto por la lectura y el amor por la literatura y luego así adquirir pasión para ser autores de nuestros propios escritos.
Hay que entender que no siempre lo que escribamos va a gustar, todos tenemos gustos distintos. Y tampoco se puede pretender que nuestro primer escrito sea el mejor. “La práctica hace al maestro”. Por eso es importante no rendirse y seguir intentándolo una y otra vez. Persistir es la clave.
Cuando se pretende escribir es necesario tener una idea clara de lo que se desea trasmitir. ¡Investiga! Ten conocimiento de lo que estás hablando. Es común que muchos escritores novatos cometan el error de contar con información errónea en sus escritos, y se ve feo.
Una buena ortografía es esencial para llamar la atención y que las personas te tomen enserio. Una correcta gramática te da aire culto. Las personas aficionadas a la lectura rara vez leerán a alguien con demasiados y obvios errores. Un conocimiento de la redacción es importante y útil. Para evitar faltas lee varias veces lo que escribiste, léelo en voz alta, pídele a otros que le den una hojeada y utiliza correctores.
Lee, lee y lee. Un buen escritor es también un buen lector. La lectura constante enriquece el vocabulario, cosa que no solo beneficiará tu escritura sino también tus conversaciones. Las personas que leen tienen mayores temas para mantener viva una plática.
Escribir constantemente ayuda a mejorar, así que practica.
Una buena ortografía es esencial para llamar la atención y que las personas te tomen enserio. Una correcta gramática te da aire culto. Las personas aficionadas a la lectura rara vez leerán a alguien con demasiados y obvios errores. Un conocimiento de la redacción es importante y útil. Para evitar faltas lee varias veces lo que escribiste, léelo en voz alta, pídele a otros que le den una hojeada y utiliza correctores.
Lee, lee y lee. Un buen escritor es también un buen lector. La lectura constante enriquece el vocabulario, cosa que no solo beneficiará tu escritura sino también tus conversaciones. Las personas que leen tienen mayores temas para mantener viva una plática.
Escribir constantemente ayuda a mejorar, así que practica.
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