Desde escuela elemental se nos hacen saber
que al llegar a duodécimo grado tendremos que leer Don Quijote. En un principio
te emocionas, si te gusta la lectura como a mí, pero pasado los años y la misma
insistencia llegas a aborrecer la novela sin siquiera saber de qué trata.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
es la lectura que deseas no llegue nunca, pero al final llega. Muchos maestros
optan por asignarle un capítulo a cada alumno, otros te hacen leer el primer tomo
por completo. Algunos que logran
compadecerse lo asignan por pareja para que expliquen, de forma original y
creativa, el capítulo.
La mayoría de estudiantes, llegado el momento
de leerla, lo posponen y posponen. Hay quien se busca el resumen y se siente
satisfecho con eso, pero siempre estamos los que no podemos evitar leer toda la
historia aunque no sea necesario. Y no tanto por nuestro amor por la
literatura, sino que hacemos lo posible por obtener las mejores puntuaciones en
nuestra vida académica.
Sabemos que Don Quijote es una obra
importante de la literatura, que Miguel de Cercantes Saavedra, es ejemplo e inspiración
para escritores modernos para al final seremos nosotros mismo críticos del arte
de este autor.
